lunes, 21 de enero de 2008

TALLERES MECANICOS PELEAN POR MANTENERSE RENTABLES


Los talleres mecánicos pelean por mantenerse rentables


Aquel domingo, luego de cumplir los trámites del levantamiento del choque, Juan Andrés Hernández creyó que todo se limitaría aacudir el díasiguiente alaoficina de su empresa de seguros y escoger un taller donde reparar los daños del incidente de tránsito causado por la imprudencia de una joven que circulaba en sentido contrario a la vía. Nada más lejano a la realidad.

La primera sorpresa llegó al observar que la lista de talleres autorizados por su aseguradora se limitaba a unos 45 locales. La segunda cuando llamó a todos ellos y encontró que la cita más cercana para ingresar su vehículo, se remontaba a un mes después; un lapso corto si se toma en cuenta que la mayoría de los talleres ofrecían recibir su auto a partir de la segunda semana de mayo.

"Tenemos un cupo limitado para los vehículos que vienen por los seguros. Sólo te lo puedo recibir cuando tenga la orden de reparación, pues tenemos muchos problemas para cobrarles", le comentó la secretaria de uno de los talleres contactados.

La situación se nutre en realidad de varias fuentes, entre ellas el crecimiento exponencial del parque automotor nacional, que sólo en los últimos dos años se incrementó en más de 480.000 unidades mientras que el número de talleres más bien se ha reducido; así como una tendencia cada vez mayor de los afectados a llevar sus autos sólo a los locales "sugeridos" por las empresas de seguros, pues hacerlos en el local de su preferencia puede significar incluso que tenga que asumir parte de los costos.

"Desde que entraron al país en 1994, las transnacionales de seguros impusieron sus propias reglas, muchas de ellas sentenciadas por las autoridades como contrarias a la libre competencia y violatorias de los derechos del consumidor, sin contar con los problemas que debemos enfrentar los talleristas", afirma José Manuel González, presidente de la Cámara Venezolana de Talleres Mecánicos (Canatame).


EL QUE PARTE Y REPARTE...

Recuerda González que la primera imposición fue impedir a los talleres adquirir las piezas y partes necesarias aduciendo las pérdidas que esta práctica representaba, por lo que desde entonces los repuestos son suministrados por las aseguradoras, y aunque en un principio cancelaban 10% de utilidad sobre el precio de la pieza, dejaron de hacerlo argumentando nuevamente que las pérdidas eran muy altas.

A raíz de esta unilateral decisión, los talleres vienen enfrentado problemas cada vez mayores para recibir los despachos de las aseguradoras, pues éstas se nutren de pocas distribuidoras, y aunque en algunas oportunidades permiten que las piezas sean adquiridas por los clientes o talleres, cancelando el costo tras la presentación de facturas, los lapsos de pago pueden prolongarse hasta por varios meses.

"Uno de los problemas radica en que las aseguradoras dependen de pocos distribuidores, lo que inevitablemente crea cuellos de botella en el suministro de los repuestos, especialmente de las marcas asiáticas", afirma una corredora de seguros, quien en vano ha hecho diligencias para que a uno de sus clientes se le autorice comprar los repuestos para su carro Mitsubishi, estacionado en el taller desde noviembre de 2006 por falta de insumos.

La situación ha empeorado en los últimos días tras la publicación en diciembre de la resolución 195 del Ministerio de Industrias Ligeras y Comercio (Milco), que excluye de la lista de productos preferenciales para el otorgamiento de divisas para importación a cerca de 60% de los repuestos que se necesitan en el país, según la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotrices (Favenpa).

¿Consecuencia? Desabastecimiento e incremento de precios.

"Los importadores afirman que tienen que comprar a dólar libre porque Cadivi no les autoriza las divisas, por lo que piezas como bandas de frenos, filtros y aceites están llegando con recargos de hasta 40 por ciento", afirma el dueño de un taller que prefiere el anonimato.

Aunque dice que esta situación todavía no afecta al grueso de los locales, el presidente de Canatame admite que comienzan a tener problemas con materiales específicos de alta demanda en los salones de pintura, como las masillas para acabados de latonería, por lo que hace un llamado a las autoridades para agilizar los trámites de importación y evitar un posible colapso del la red.


AUTORIZADOS PERO ILEGALES
Según Canatame, en Venezuela existen cerca de 24.000 talleres mecánicos, de los cuales apenas unos 1.000 conforman las listas autorizadas por las 49 empresas de seguros que existen en el país. En teoría, esta pequeña cantidad de locales debe prestar asistencia a los aproximadamente un millón de vehículos asegurados contra todo riesgo, lo que habla de que cada taller debe atender un promedio de mil autos al año.

Sobre una denuncia por ilegal, ante la Superintendencia para la Libre Competencia (Procompetencia) sobre la figura de taller autorizado, pende una sentencia que en 1999 determinó que era excluyente y como tal debía ser suspendida, pero las aseguradoras introdujeron en 2001 un recurso de amparo que congeló la aplicación del dictamen de Procompetencia hasta que sea decidido por los tribunales la legalidad o no de esta categorización.

Desde entonces la figura sigue vigente pese a no ser legal.

"Es el usuario quien debe decidir dónde llevar su carro a reparar.

Se está coartando su libertad de escogencia", afirma José Manuel González, quien no obstante reconoce que las múltiples trabas que representa seleccionar un local no autorizado, hace que muchos clientes terminen por hacer caso a las aseguradoras.

Recuerda además que la otra posibilidad (pagar la reparación en el taller de su preferencia y entenderse con la aseguradora) representa un riesgo para el afectado, quien pudiera recibir un pago menor al cancelado pues las indemnizaciones se hacen con base en tarifas preestablecidas o baremos.

"Mientrasque los costos internacionales por paño (capa) de pintura se ubican alrededor de 260 dólares, las aseguradoras decidieron pagar 47 dólares, una tarifa que se mueve solo si la empresa así lo dispone", afirma Raúl Rodríguez, vicepresidente de la Cámara, quien aclara que un reclamo al respecto es respondido con la amenaza de exclusión de las listas de talleres autorizados.

La situación ha provocado que en los últimos cuatro años, entre 10 y 15% de los talleres hayan cerrado sus puertas o cambiado de ramo, específicamente los dedicados a labores de latonería y pintura, a quejados por condiciones que el propietario de un taller ubicado en Los Dos Caminos cataloga de "insostenibles".

"Aunque las aseguradoras cobran de contado pagan a plazos de entre 60 y 120 días, y en muchas oportunidades nos vemos obligados a conceder las rebajas que piden para poder cobrar", comenta.

Como consecuencia, los talleres autorizados han visto rebasada su capacidad para atender la demanda, lo que obligado a muchos clientes, entre ellos Carlos Villamizar, a tomar una cita cuatro meses después de ocurrido el incidente; una situación que aqueja a los más de 300 asegurados que diariamente corren con la mala suerte de sufrir un percance solo en la Gran Caraca

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema en realidad es Cadivi, que las aseguradoras centralizan los repuestos o los talleres que no aceptan el pago de 47 dólares por capa de pintura?

Anónimo dijo...

En realidad no entiendo eso de 47$
?alguna persona puede aclararmelo¿

Anónimo dijo...

Estimado amigo, usted menciono 2 consecuencias validas, pero debemos dar prioridad a la problemática.
En primer lugar las aseguradoras han mantenido los precios de los Talleres controlados desde hace mas de 14 años, con el único objetivo de estas (las
aseguradoras) aumentar su utilidad, lo que ocasiono una crisis en los Talleres. pagando solo 100 Bs.F por pintar una pieza pequeña de un vehículo pequeño.
En segundo lugar, con el mismo afán de obtener grandes ganancias, las aseguradoras empezaron a enviar los repuestos, rompiendo de esta manera la cadena de distribución del repuesto, ocasionando grandes trabas en las lineas de producción de los talleres.
Con estas políticas implantadas por las aseguradoras, lo único que han logrado demorar el tiempo de reparación de los vehículos, y de esta manera se consume la póliza sin riesgo, por los meses que pasa el vehículo esperando ser reparado.